Los relojes analógicos se remontan a la era del ajedrez romántico cuando la tecnologia digital no tuvo ningún impacto en las batallas teóricas entre los maestros de ajedrez. No se usan más en torneos profesionales, pero encuentran su lugar en los duelos de aficionados. Los relojes son fáciles de leer y cuentan con el mecanismo indicador que indica la expiración del tiempo. El precio es asequible y la calidad impecable. Los materiales utilizados son madera o plástico.